La UOCRA cerró una paritaria atípica en medio de la masiva pérdida de empleos en el sector

El gremio que comanda Gerardo Martínez selló un entendimiento salarial con las cámaras empresarias luego de tensas negociaciones. Los detalles del acuerdo en tres tramos y cómo incide la parálisis de la actividad en todo el país acorde a los últimos datos

No habrá paro en las obras privadas porque la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (UOCRA) que se había declarado en estado de alerta y asamblea permanente, finalmente alcanzó un acuerdo en las paritarias con los empresarios del sector. El entendimiento se logró en medio de una frágil situación para la construcción en la era de Javier Milei por el impacto del cese de la obra pública que ya se tradujo en la pérdida de miles de empleos en todo el país, 10 mil solo en febrero.

De haber escalado en la relación tirante con las cámaras empresarias, la medida de fuerza de la UOCRA podría haber caldeado aún más la segunda huelga nacional convocada desde la CGT con el apoyo de las dos CTA. Si bien todavía no fue homologado, tanto desde el gremio como la Cámara Argentina de la Construcción (CAMARCO) y la Federación Argentina de Entidades de la Construcción (FAEC) sellaron el entendimiento con duración trimestral.

Este último dato no es menor y no puede deslindarse de las dificultades que atraviesa el sector de la construcción, uno de los más castigados en el gobierno de Milei. Según aseguró el secretario general del gremio, Gerardo Martínez, se perdieron hasta 100 mil empleos vinculados al rubro en este tiempo. Y si los últimos números del INDEC, correspondientes a enero, dan cuenta de un freno en la actividad con impacto directo, resta mensurar el efecto sobre el 30% de puestos vinculados que genera la actividad en la cadena de producción.

Desde el Gobierno, no obstante, ven con buenos ojos que uno de los gremios más poderosos cierre un entendimiento trimestral, a contramano del grueso de las negociaciones salariales que se plantean mes a mes. En el gremio lo enfocan desde otra perspectiva.

El acuerdo paritario de la UOCRA comprende tres tramos de subas: un 14% abril sobre los salarios de marzo; un 11% en mayo tomando como base los de abril y otro 11% en junio a partir del salario base de mayo. En el acumulado, termina proyectando una suba del 40% para el trimestre abril-mayo-junio. 

De concretarse el descenso de la curva de inflación durante los próximos meses, por debajo de los dos dígitos, es posible que el acuerdo termine sumando varios puntos a los salarios por encima del índice de precios. Por supuesto, es una apuesta ya que todavía restan incorporarse a la curva del IPC varios impactos por venir, como las tarifas y el transporte, que pueden volcarse a los precios finales y a la pérdida del salario frente al costo de vida.

En la UOCRA informaron que el incremento salarial se aplicará respecto de las distintas categorías previstas en el Convenios Colectivos de Trabajo N° 76/75. El objetivo del gremio es apuntalar la actividad privada y conseguir que la obra pública nacional, congelada desde diciembre, recupere su dinamismo aunque el Gobierno no parece dispuesto a ceder más allá de algunas negociaciones puntuales con gobernadores.

De acuerdo a las estadísticas del Instituto de Estadística y Registro de la Industria de la Construcción (IERIC) el promedio de las remuneraciones percibidas por los trabajadores registrados alcanzó en febrero de 2024 un valor de $465.112, lo que representa un aumento del 206,5% en comparación con febrero del año anterior. Si bien esto marca un incremento récord en la serie histórica, se encuentra por debajo del registro inflacionario interanual de 276,2%.

Cuántos empleos se perdieron en la construcción en 2024

Acorde a los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) en enero la construcción se desplomó un 21,7%. En rigor, esto significó que el empleo registrado en la industria de la Construcción volvió a disminuir en febrero por sexto mes consecutivo según el último relevamiento del Ieric.

De este modo, en el segundo mes de 2024 figuran un total de 360.210 puestos de trabajo contra los 434.111 puestos de trabajo formales que figuraban en el mismo período de 2023 en el IERIC. La baja fue del 2,7% mensual en febrero y representa la pérdida de 10 mil puestos en el mes, menor a los 24 mil puestos que se diluyeron en enero pero contabilizando como el peor febrero en la serie histórica.

En la comparativa interanual se ubicó en terreno negativo por sexto mes consecutivo, con una aceleración del ritmo de contracción que alcanzó el 16,4% en febrero, luego de la baja del 12,6% de enero. Así, desde agosto de 2023, último mes en que creció el empleo en la construcción en la Argentina, el nivel de ocupación se redujo en 84.000 puestos de trabajo registrados.

 Las estadísticas recopiladas por el IERIC indican que las seis regiones del país exhibieron una caída en el volumen de ocupación en relación a enero, siendo Cuyo la que presentó la contracción de mayor profundidad, con una merma del 6,6% mensual. De igual modo, los registros indican que en marzo de 2024 había un total de 20.241 empleadores en actividad en la Industria de la Construcción, un 8,3% menos que en igual mes de 2023.

Esto también marca una aceleración del ritmo de caída interanual respecto al 0,7% de enero y al 2,3% de febrero. Y mientras que en las grandes jurisdicciones del país se redujo el número de empleadores un 12% interanual, en el resto la caída fue del 1,4%.  El indicador de empleo promedio en febrero se ubicó en 13,6 puestos de trabajo por firma constructora, marcando una caída del 2% mensual y del 12,7% interanual.

A nivel federal, las provincias con las mayores tasas de contracción mensual en el nivel de ocupación fueron Santiago del Estero (-14,5%), La Rioja (-11,7%), San Luis (-11,6%) y Entre Ríos (-11,4%).

La amenaza de un paro de la UOCRA

En medio de una tensa relación del gobierno de Javier Milei con los gremios que la reunión con la CGT no terminó por desmantelar, la Unión Obrera de la Construcción de la república Argentina (UOCRA) se declaró en estado de alerta y asamblea permanente hace diez días cuando amenazó con escalar el conflicto con una parálisis total de las obras privadas. La razón que argumentaban era la imposibilidad de alcanzar un acuerdo en sus paritarias en medio de un preocupante retroceso de la actividad que castiga al sector a partir de la suspensión de la obra pública por parte del Gobierno nacional.

Previo a este acuerdo trimestral, el último incremento había sido por un 14% en febrero, apenas por arriba de la inflación que registró ese mes de 13,2%. Ahora buscaban sellar un entendimiento que abarque marzo y el mes en curso de abril.  Por presión de las empresas, se extendió al período abril-mayo-junio

Desde la UOCRA, acusaban al sector empresario de la «negativa» a llegar a una solución en medio de la disputa salarial. Señalaban a la contraparte en la mesa paritaria por su rechazo a «acordar una recomposición salarial justa y suficiente, respetando el derecho adquirido por la negociación colectiva, consagrada en nuestra Constitución» pese a las dos conversaciones en tono informal que habían mantenido con los empresarios.

En un comunicado, la UOCRA recalcó que «el acuerdo paritario es fundamental para la preservación del poder adquisitivo de los salarios» y alude a «la erosión ocasionada por el impacto de las medidas económicas traducidas en una inflación que castiga particularmente a nuestros trabajadores y trabajadoras».

Desde la UOCRA comunicaron a todas las seccionales del país que el gremio se declaraba en estado de alerta y movilización. Daban tiempo hasta principios de la semana pasada para sentarse a negociar y alcanzar un principio de acuerdo sobre el porcentaje de recomposición salarial para marzo y abril.

Si no avanzarían con una parálisis que podía extenderse por 24 o 48 horas en todas las obras privadas de la Argentina. Hasta se habla un esquema progresivo sujeto a la reacción del sector empresario.

«La idea es tratar de evitar una medida de fuerza«, señalaron entonces fuentes gremiales a El Cronista. Así y todo, no descartaban ir a una parálisis de todas las obras privadas a nivel nacional si la presión no conseguía mover a Camarco de su negativa a dialogar una mejora en los salarios del sector acorde a la suba de la inflación. Tampoco acudir a la Secretaría de Trabajo para demandar su intervención y que fuerce la negociación con una convocatoria a sus oficinas.

Más allá de la suspensión de la obra pública, que hoy tiene en vilo a cerca de 79 mil puestos de trabajo en todo el país -acorde a los números que manejan en la UOCRA y sin contar los empleos indirectos-, en el gremio destacan que la actividad privada aún no sufrió el coletazo de la crisis y el ajuste con la misma intensidad.

Se calcula que hay cerca de 330 mil personas empleadas en la construcción en el sector privado. A diferencia de la obra pública que depende de los recursos nacionales -incluso en las provincias y municipios a los que se dejó de girar desde Nación- la actividad en el ámbito privado se mueve con fondos propios.

FUENTE: El Cronista